Hace aproximadamente 12,500 años, la Federación Galáctica decidió crear una simulación de tercera dimensión, lo que conocemos como «la Matrix», con la intención de controlar y bloquear la influencia de los reptilianos durante una guerra Inter dimensional. Esta Matrix fue diseñada utilizando tecnología avanzada, con una base de operación en la Luna. Su objetivo era limitar nuestras percepciones a los cinco sentidos y bloquear nuestra conexión con recuerdos de vidas pasadas.
Al restringirnos a esta experiencia tridimensional, la Matrix no solo limitó nuestra percepción, sino que también permitió a los reptilianos manipular el sistema, hackeándolo para su propio beneficio. Así, el 3D se convirtió en un campo fértil para imponer ideas limitantes que nos mantienen atrapados en una realidad ilusoria. Este sistema funciona como una prisión mental, un conjunto de reglas y normas que gobiernan cómo pensamos, sentimos y actuamos. La Matrix no solo controla nuestra percepción, sino que también influye profundamente en nuestras mentes y conductas, robándonos nuestra verdadera esencia.
El control de la Matrix, sin embargo, ha cambiado nuevamente desde el año 2008, cuando la Federación retomó el control del sistema. Los generadores que mantienen esta simulación están envejecidos y, de los 12 que originalmente operaban, ocho ya han fallado, lo que ha causado una relajación en la estructura de la Matrix. Aunque la Federación tiene la capacidad de apagar completamente la simulación, no lo hacen debido al principio del libre albedrío, permitiendo que las almas que vienen a la Tierra a experimentar emociones sigan haciéndolo.
Si la Matrix se apagara por completo, nuestra percepción cambiaría radicalmente, permitiéndonos ver en la quinta dimensión. Esto implicaría ver fantasmas, seres Inter dimensionales y criaturas extrañas que existen en otras frecuencias, así como recuperar recuerdos y conocimientos que nos han sido bloqueados. Sin embargo, este cambio causaría un caos masivo, ya que muchos no están preparados para enfrentar esta nueva realidad.
Las Bandas Van Allen y la Ilusión de la Realidad
Nada de lo que percibimos es real en el sentido tradicional. La realidad que experimentamos no es más que un conjunto de frecuencias que nuestro cerebro recibe e interpreta. Existen entidades inteligentes que residen en planos superiores y otros en planos inferiores. Aquellos en los niveles superiores están organizados en diferentes grados de evolución, seres de primer orden, segundo y tercer nivel. Estos seres representan la fuente, el origen de todo, y son la semilla original de nuestra existencia.
El universo opera bajo un código fundamental, al igual que un ordenador que funciona gracias a su programación binaria de ceros y unos. Nuestra mente es similar a un ordenador, y está condicionada por un programa que define nuestra forma de pensar y actuar. Funcionamos en múltiples niveles, desde el ADN, que codifica nuestra biología, hasta las células y órganos que nos permiten existir. De esta manera, somos seres creados a partir de un diseño original, un «script» o programa que guía nuestras vidas.
Somos los creadores de nuestra propia realidad, y podemos expandir esos scripts o programas con energía y enfoque positivo. Al hablar y pensar de manera positiva, reforzamos nuestra capacidad de manifestar realidades más expansivas. Sin embargo, vivimos atrapados en un sistema de manipulación total, la Matrix, que nos programa desde el nacimiento a través de la educación, la religión y el consumismo. Estas estructuras sociales nos mantienen distraídos, alimentando al sistema y perpetuando su control sobre nuestras mentes y conductas.
Cómo Escapar de la Matrix
La clave para escapar de este sistema de control es romper con los deseos materiales y las expectativas impuestas por la sociedad. La Matrix fomenta el deseo de poseer más, manteniéndonos atrapados en un ciclo interminable de insatisfacción. Para liberarnos, es esencial aprender a meditar, cuidar nuestra alimentación, y desapegarnos de las imposiciones sociales. Al elevar nuestra vibración, podemos empezar a sentirnos unidos a todo lo que nos rodea, comprendiendo que lo que hacemos a los demás también lo hacemos a nosotros mismos.
El desapego es esencial para salir de la Matrix. Nos aferramos a la ilusión de que las cosas materiales son permanentes, cuando en realidad no lo son. La élite que controla la Matrix nos ofrece una falsa promesa de felicidad basada en posesiones, alentando el consumismo y el ego. Nos distraen con cosas superficiales como la apariencia física, el estatus social y las normas impuestas sobre el cuerpo, creando una sociedad que valora lo externo sobre lo interno. En realidad, la verdadera riqueza se encuentra en nuestra espiritualidad, en nuestra manera de pensar y en nuestros sentimientos más profundos
Las expectativas y deseos son trampas del ego que nos mantienen insatisfechos. La élite promueve el deseo constante de obtener más, de manera que siempre estamos persiguiendo lo próximo y lo mejor. La clave para liberarnos es cortar esta cadena de expectativas, comprender que la felicidad no está en el exterior, sino en nuestro interior.
La Trampa de la Dualidad
Otro mecanismo que nos mantiene atrapados en la Matrix es la trampa de la dualidad, propia de la tercera dimensión. En este nivel de existencia, todo tiene su opuesto, lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad, el amor y el miedo. La élite manipula esta polaridad para dividirnos y mantenernos atrapados en luchas internas y externas. Se nos impulsa a elegir un lado y a mantenernos en él, incapaces de ver la unidad que subyace en todo.
La verdadera liberación viene al trascender esta dualidad, al encontrar el equilibrio y la armonía entre los opuestos. Al comprender que todo está interconectado, que todos somos uno, comenzamos a escapar de las cadenas que nos atan a este sistema de control.
Debemos dejar de ser esclavos de la Matrix y elevar nuestras vibraciones, para finalmente experimentar la vida desde una perspectiva de libertad y conciencia expandida.
